Siguiendo en la tónica del artículo anterior, que giraba básicamente sobre la primera etapa, el Diagnóstico Comunitario, fase en la cual se logra conocer en profundidad las causas del problema a ser resuelto y los medios disponibles para ejecutar dichas soluciones, se hace necesario ir a las siguientes fases de Formulación del Proyecto Comunitario: Plan de Acción, Cronograma, Presupuesto, Recursos materiales y Recursos humanos.

El Plan de Acción no es más que la identificación de la solución más viable e idónea entre todas las alternativas existentes, partiendo del hecho de que para cada problema hay distintas formas para su solución, pero una sola es la más viable e idónea para el tal. Para ello se deben tomar en cuenta las variables Ventajas y Desventajas. Dicha solución debe ser óptima desde el punto de vista técnico y tecnológico, adecuada en cuanto a las funciones, objetivos y misiones de los organismos involucrados seleccionados, y con un costo económico que cubra de manera eficiente y positiva la inversión destinada para la ejecución de dicha solución. Una vez que se logra esta etapa, el Cronograma, el Presupuesto, y los Recursos materiales y humanos entran en juego, y casi siempre van todos unidos.

Por supuesto, deben tenerse en cuenta todos los elementos de la primera fase, el Diagnóstico Comunitario, especialmente cuando se trata de Cantidad y Calidad. Igualmente deben incluirse los Logros u Objetivos que se buscan obtener, tanto los Macro-objetivos (generales) como los Micro-objetivos (específicos), esto para definir, las Actividades conducentes a Resultados, los cuales son la base de los Propósitos y con todos estos elementos se arman los Fines. Esto genera los Supuestos (marcos externos fuera de todo control) que inician las acciones a tomarse, conforma las Metas (logros y objetivos cuantificables) a obtenerse, especifica y asienta los indicadores (medidas de progreso y avance alcanzados). Todo esto se somete a procesos de Verificación y Análisis, ejerciendo efectivamente la función contralora del Comité correspondiente en lo particular y del Consejo Comunal de la Comunidad en general para corroborar el efectivo cumplimiento del proyecto, en base a las fuentes primarias, las personas, y a las secundarias, documentos y datos.

Una vez que se haya discutido, definido, conceptualizado, analizado, verificado, y corroborado la existencia realista de todos los elementos que se han mencionado y expuesto aquí, y toda vez que se haya llegado al común acuerdo sea por votación, sondeos o encuestas, es entonces que se puede hablar de Formulación de un Proyecto Comunitario. Tomando en cuenta, como guía imprescindible, lo formulado en el documento donde está expresado el Cronograma, el Presupuesto, y los Recursos materiales y humanos, se controla estrictamente el tiempo, el costo y los gastos estimados, la cantidad de material y la cantidad y los honorarios de ejecutores del proyecto. Todo ello agrega el factor Valor del Proyecto Comunitario. Llegados a este punto, se pasa a la efectiva y real Presentación del Proyecto Comunitario, plasmado en un documento a ser entregado al Consejo Comunal, fase de la cual ya se hablará en la próxima entrega.